Según el budismo existen ocho preocupaciones mundanas:
Expectativa de elogio y
miedo a la crítica
Expectativa
de fama y miedo a la insignificancia
Expectativa
de ganancia y miedo a la pérdida
Expectativa
de placer y miedo al dolor
Si las observamos y reconocemos como botones a la espera de ser pulsados
podemos ser conscientes de qué es lo que las activa. Parece necesario para la felicidad aprender a liberarnos
de esa dualidad.
Me viene muy bien esta reflexión.
ResponderEliminarPor un tiempo, estando activa en Facenbook, me sentía encantada de las respuestas inmediatas de la gente, esas que llamamos amistades virtuales, con sus enjabonamientos constantes, sus elogios, a veces hasta el empalago. Cierto es, que eso anima y motiva.
Decidí marchar de la red y aquellos mismos,con su mutismo y su silencio,me han bajado de inmediato del pedestal.
Por unos días me sentí abandonada, dependiente, hasta que he empezado a creer, para ser más yo, que no necesito esa pantalla al exterior, ni ese escaparate.
Pretensiones son querer tener popularidad, fama, notoriedad o temer el anonimato,el quedarse oculto, en ello ando, pero es tan sutil el filo.
Me gusta venir a estrujarme el pensamiento. Gracias